Una Maestra me enseñó que una Diva es aquella que no necesita pisar a nadie, porque sabe perfectamente cuál es el sitio que le corresponde.
Yo quiero ser una Diva. Y por eso no quiero ocupar el lugar de nadie, sólo el mío.
Yo quiero ser una Diva. Y por eso no quiero ocupar el lugar de nadie, sólo el mío.
Eso sí, el mío es mío y me corresponde a mí.
Aspirad a ser Divas y sed capaces de ocupad el vuestro.
No el de la vecina, el de vuestra amiga, el de vuestra profesora o el de otra, en general. Eso es demasiado poco elegante.
No el de la vecina, el de vuestra amiga, el de vuestra profesora o el de otra, en general. Eso es demasiado poco elegante.
Seamos honestas. Porque la honestidad es la antesala de la Divinitud.
Divinitud®, término acuñado en la Escuela de Seducción y Burlesque de Lady Dramakuin.
